lunes, 11 de septiembre de 2017

Posiciones encontradas


Permitidme que hoy traiga como reflexiones más preguntas que respuestas…. es de lo que más tengo.

Hacia dónde?

Quizá lo que nos mueve en una dirección a veces también nos para, o nos mueve en la dirección contraria. Queremos salir a hacer deporte y seguir en el sofá sentados. Queremos perder peso y también la hamburguesa con patatas fritas. Queremos ayudar y que no nos molesten.
Queremos todo a la vez.
Pretendemos el equilibrio entre tantas fuerzas que con frecuencia nos olvidamos que vivimos más tiempo en desequilibrio que en equilibrio, o al menos tratando de recuperar el equilibrio.
Pretendemos el imposible de estar siempre en paz con uno mismo.
Cuando pensábamos menos era más fácil. Corríamos y jugábamos más. Ahora, ya padres, nos hemos empezado a tomar la vida en serio porque los hijos son otra cosa, con ellos no caben experimentos: hemos de estar seguros. O, al menos, creernos seguros. Y si no lo conseguimos, por lo menos parecerlo.


Seres vivos mientras dure


Los limites entre la fantasía y la realidad están cada vez menos claros. Es cuestión de tiempo que lo que nos parecía imposible ayer , la ciencia lo haga real mañana. Avanzamos hacia la inmortalidad de la especie, de ésta o de la que nos suceda. Mientras se logra seremos unos seres más de los millones de millones de seres que han nacido y perecido en este planeta.

Eso sí con consciencia de nuestra finitud. O creencia de vivir más allá de la muerte. O de dudas.
Sobre todo dudas.




Contradicciones?

Las certezas son como la razón, válidas mientras no se las cambia por otras. Cada vez observo a más personas mayores con menos certezas. Mas sabios con menos razones en sus debates. Más paz sin control. Más fluir por la vida sin motor.
Más tal cual.
Cada vez observo más contradicciones que funcionan. O por lo menos sirven. Sirven para estar y seguir.
Algo común en todos es la acción. Cualquier acción, ni siquiera ha de ser planificada, ni responder a un fin último que tantos se empeñan en poner en el sentido de la vida. A veces es una acción tan simple como el vuelo de una mosca dando vueltas en el centro del salón. Sin querer ir a ninguna parte, sin querer posarse, sin querer salir. Sin más, ahí, zumbando.
Me pregunto a veces qué se sentirá cuando uno sabe que se está muriendo. Si será un ya se acabó todo, un qué va a ser de ellos, un oh Dios ahí voy, un no puede ser, o una mezcla de más contradicciones. Quizá sea confusión lo que más haya.
O más de lo mismo, incluidos los planes del futuro inmediato.
Cuando comparto esta reflexión con mis amigos o familia casi nadie quiere seguir hablando de ello, excepto los más viejos. Demasiado pronto para pensar en ello, dicen.


Es lo que hay?


Cada día se sientan pacientes en mi consulta que lo están pasando mal. A veces lo que piden, la ciencia puede dárselo y una intervención bien indicada, una medicación bien pautada les ayuda a mejorar. Otras, la mayoría de las veces, piden imposibles. Imposibles a día de hoy. Me pregunto cómo nos verán en ese futuro donde haya recambio para todo, tanto que seamos prácticamente inmortales.
Mientras tanto, el centro de nuestro discurso sigue siendo "esto es lo que hay".
La Medicina llega con frecuencia al límite de poder seguir ayudándonos, la Psicología lo sobrepasa entrenándonos en vivir con nosotros sacando el máximo provecho de nuestros recursos, por pocos que nos queden. Y la Religión nos trasporta a lo imposible porque nos facilita creer en lo imposible.
Si escuchanos a los físicos sobre los avances en la física cuántica, la confusión es aún mayor. Ya no solo nuestra razón, que nos sirve en el mundo que vemos, sino también las leyes físicas que estudiamos no funcionan en lo atómico y subatómico. Es a todas luces ese mundo un mundo “ilógico”.
Una vez más la razón, incluso teniéndola, puede no servirnos.


Adaptación

Mi padre con 95 años lee para estar ocupado, para ver menos televisión, dice. A veces el mismo libro que leyó meses atrás. Esa combinación entre lo práctico, la pérdida de memoria y el tiempo disponible lo hacen aún más sabio.

Quizá también tengamos sobrevalorado el recordar, .....o como dice Goldenberg, el inventar el pasado cada vez que recordamos.

2 comentarios:

  1. Y por que regresamos tanto al pasado mientras más avanzamos en el ejercicio de vivir??? Es un deseo de regresar? Un reconocimiento de que "cualquier tiempo pasado fue mejor"? Lo peor es la sensación de vértigo, de cerrar los ojos y preguntarte al abrirlos ¿Pero como he llegado hasta aquí? ¿Estoy donde realmente quiero? Difíciles respuestas.
    Gracias por tus reflexiones :)

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  2. Me apunto al carro de las contradicciones,¡menos presión!

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